Un día muy especial

Hoy, 25 de abril de 2016, es un día que se quedará en mi memoria durante mucho tiempo. Cuando me convencieron de publicar Malos presagios en SweetyStories, lo hice a regañadientes y pensando que era una de esas cosas que las amigas hacen por una. Nunca había pensado en publicar seriamente, ya que tengo el firme convencimiento que escribir una novela que cumpla unos mínimos requisitos de calidad, es un trabajo muy duro y del que no todo el mundo es capaz. Y yo no me creía capaz de ello.

Sí, tenía una historia más o menos contada, pero estaba llena de fallos y errores de novata.

«Venga, tía, que lo vas a petar, ya verás».

No sé si petaré algo o si la que petará de nervios voy a ser yo, pero la verdad es que estoy muy ilusionada con esta andadura como escritora que inicio hoy. Ilusionada porque conseguir un sueño, aunque sea gracias a la generosidad de unas amigas que no me merezco, es algo que no todo el mundo logra. 

Trabajar en mi manuscrito con vosotras ha sido una aventura y un placer, además de divertido y emocionante. Ver cómo, gracias a vuestros consejos, la historia iba mejorando poco a poco, ha sido como ver en directo el proceso que sigue un simple gusano para convertirse en una magnífica mariposa. Estoy orgullosa del resultado, y espero que, por lo menos, la mayor parte de las lectoras que lo lean, lo disfruten tanto o más que yo al escribirlo.

Muchas gracias Kattie, Sophie, Nellie y Davinia. Las chicas de DirtyBooks.

Y hoy, mi niño ya está en la calle. Inicia su andadura abandonando el regazo de su madre (yo), y va él solito a ver mundo, y a visitar vuestras casas. Espero que lo tratéis con cariño, y os riáis y emocionéis con Daniela, Alonso, y el resto de personajes.

¡Deseadme suerte!