Esquelles, ese lugar desconocido...

Y tanto que es un lugar desconocido.

¿Sabéis por qué?

¡PORQUE NO EXISTE!

¡En serio? ¡No me digas!

Cuando Malos presagios empezó a planear por mi cabeza, se me planteó un dilema; ¿en qué ciudad la colocaba? Pensé en Barcelona, por supuesto, pero tooodas las historias siempre transcurren en Madrid o Barcelona, como si el resto de nuestro país no existiera. 

Me aburren.

También pensé en hacer que pasara en algunas de las pequeñas ciudades que forman parte del cinturón de Barcelona, porque es la zona que mejor conozco, pero no era capaz de decidirme por cuál.

Pito, pito, gorgorito...

 Todas tenían su qué, y todas carecían de algo. El lugar donde transcurre una historia puede parecer una nimiedad, pero el entorno social y cultural en el que se desenvuelven, es esencial para que nos ayude a que los personajes sean creíbles. 

Hablando sobre el tema con una amiga (¡benditas amigas, que siempre nos echan una mano!), me hizo la pregunta del millón:

«Oye, ¿y es indispensable que esa ciudad exista de verdad?».

«Mmmm, pues, no».

No, no es esencial. Y así nació Esquelles, una pequeña ciudad de la costa catalana, muy cercana a Barcelona, que puede ser cualquiera, ninguna, o todas.