David Gandy, ay omá

Todas las escritoras de romántica tenemos nuestros musos, esos hombretones de pelo en pecho que nos ponen tontitas perdidas y nos hacen babear hasta deshidratarnos cuando miramos esas fotos suyas por internet.

Hoy voy a hablaros un poquito del muso por excelencia, ese hombre que nos trae por la calle de la locura y nos pone las bragas mojaditas sin siquiera proponérselo: David Gandy.

¿Babeamos un ratito?

Hasta serio está guapo...

David James Gandy nació y se crió en en condado de Essex, en Inglaterra. Quiso ser veterinario (¿os lo imagináis? Yo llenaría mi casa de gatos y perros solo para poder llevárselos a él. Hasta podría acabar padeciendo el síndrome de Munchaussen, pero con mis animales en lugar de mis hijos), pero como sus notas no llegaron a ser suficientes, se puso a estudiar otra cosa.

Aquí lo tenemos profundamente concentrado en sus estudios.

En el 2001, con veintiún años, ganó el concurso de modelos del programa This morning, de la cadena ITV (no confundáis con la Inspección Técnica de Vehículos. Aunque una inspección a fondo ya me gustaría dársela a mí, ya). El premio ganado incluia un contrato con la agencia de modelos Select Model Menagement.

Aquí lo tenemos, celebrándolo. ¿No es un amor? Tan tímido y recatado.

Ha trabajado para multitud de marcas, entre las que destacan Hugo Boss, H&M, Carolina Herrera, o Maximo Dutti. Desde el año 2006, es el rostro oficial de Dolce & Gabanna.

Creo que todas tenemos en mente el anuncio ese que sale por la tele. Personalmente, no recuerdo qué anuncia, ya que mis ojos siempre van al mismo sitio y me da igual qué quiere venderme (yo sé bien qué compraría, y no es la colonia, ejem, ejem).

Pero David no es solo una cara bonita: escribe un blog para la edición británica de la revista Vogue, en la que habla de su carrera, de moda, coches, y otras cosas (que podéis ver aquí). Otra de sus muchas facetas, es la de crítico de coches, que ejerce en la versión británica de la revista GQ.

Disfrutando de un merecido paseo en coche. ¿Me llevas, David?

Pero no acaba ahí la cosa, porque nuestro David tiene un corazón de oro, y colabora en todas las campañas benéficas que le permite su agenda. (Creo que voy a crear una asociación benéfica de ayuda a todas las escritoras llamadas Angélica Bovari, a ver si me hace un pase privado...)

Si es que, además de estar bueno, es bueno. Solo le faltan las alas para ser un angelito.

Entre tanto modelo andrógino y asexuado que se ve en las pasarelas y anuncios, David Gandy nos hace soñar con hombres de verdad.

Ay (suspiro profundo).

Me voy a echar una siestecita, a ver si me hace una visita a domicilio.